lunes, 17 de mayo de 2010

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La foto de clase

¡¡ Qué gran día el de la foto del colegio !! Uno de los acontecimientos que se repetían anualmente. Uno de los actos que llevaba al éxtasis a todos los alumnos, ya que provocaban una de las situaciones que más gustan cuando eres un jovenzuelo escolarizado, el perder clase.

Cada año, más o menos por las mismas fechas, el profesor de turno te entregaba una circular para avisar a tus padres de, que un día en concreto no debías ir vestido con tu chandal ruinoso con parches de los Power Rangers, y tenías que asistir disfrazado como si fueses una personas mayor. Evidentemente, aquella circular solía llegar prácticamente ilegible, en forma de bola y con la ausencia de alguna de sus partes a las manos de tus padres.

Llegaba el día en cuestión. Antes de salir de casa, tu madre te leía la cartilla:

- No te manches ni te descoloques hasta la hora de la foto. Así que no juegues a eso que soléis jugar de revolcaros por el suelo...

Con tales amenazas llegabas al colegio sin mover un ápice de tu cuerpo. En ese día sí que se hacía buena la frase de "Parece que te has comido el palo de una escoba". Una de las conclusiones que sacabas ese día era a la clase social dentro de la mini sociedad del colegio a la que pertenecías. Siempre aparecía el típico con su corbata para niños pillada con una goma, o su pajarita de estampados horrible. Evidentemente, el descojone era generalizado. Por otra parte estaba el que aparecía vestido con su camiseta de Phoskitos. Este solía venir acompañado de la frase: "Ah, ¿qué la foto era hoy?". También se aseguraba un rato de risas.

Y después de pasar el día entero sin moverte, llegaba la hora de la foto. Se ponía toda la clase en final y desfilaban hacia el lugar donde el fotógrafo había montado su set (los dos bancos ruinosos que se estaban pudriendo en el gimnasio). Empezaba el tema de la colocación.

- A ver, los altos arriba, los bajitos abajo sentados, los medianos en el medio pero subidos en el banco, las chicas intercaladas, alguna sentada también, no crucéis las piernas, las manos en las rodillas, los de atrás las manos a la espalda, el profesor a ese lado...

¿Cómo querían que la foto saliese bien después de tanta instrucción?. Al final, entre las orientaciones del fotógrafo, y sobre todo los gritos del profesor acabábamos todos colocaditos.

El señor fotógrafo sacaba su primera foto. "Hay que repetir, que se ha movido ese de ahí arriba", "Es que me picaba la nariz..."... Segundo intento. "Repetimos de nuevo que aquellos dos se han caido" "Profe, es que Antonio me ha empujado..." Tercer intento... Al final salía algo más o menos coherente.

Cuando daban la orden de abandonar el set fotográfico, todos salíamos espantados, sacándonos ropa como locos hasta quedarnos a nuestro gusto, menos el de la pajarita, que ese día la lucía el día entero, no se si buscaba la mofa de todos o es que de verdad creía que le quedaba bien...

Al final recibías la foto, ese recuerdo que vas a tener durante toda la vida y a parte, como regalo, te llevabas también una interesante colleja de tu madre al ver que salías haciéndole los cuernos a tu compañero de delante... es que te lo ponían a huevo...
 
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