miércoles, 7 de enero de 2009

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El coche fantástico...

... es una trepidante aventura de un hombre que no existe, en un mundo lleno de peligros. Michael Knight, un joven solitario embarcado en una cruzada para salvar la causa de los inocentes, los indefensos, los débiles, dentro de un mundo de criminales que operan al margen de la ley.



¿Quién no recuerda esta serie? ¡Sólo la música nos pone!

Ésta era una serie protagonizada por David Hasselhof, el Bertín Osborne estadounidense (que después se dedicó a ser jefe de casting de mujeres con pechos enormes en bañador y, posteriormente, protagonizó un gran video comiendo una hamburguesa), que encarnaba a un ex-policía a quien le ponen un placote metálico en la cabeza para salvarle de la muerte. Ése era Michael Knight. Después de recibir un disparo, era salvado por una fundación privada, la Fundación para la Ley y el Orden, en la cual corría sus numerosas aventuras.

Básicamente, los 2000 capítulos de esta serie se basan en que Knight es un guaperas macarra al que han dado un coche fantástico (de ahí el nombre, claro), llamado KITT, y cuyo deber es, parece, hacer lo que los policías norteamericanos no tienen huevos a hacer. Esta Fundación era dirigida por Devon Miles, un vejete al que sólo hacen caso de vez en cuando, y era ayudada por Bonnie, una morena cerebrito, creadora del coche a la que siempre le puso el guaperillas de Michael.

Y sí, el hilo argumental de cada capítulo era el mismo siempre. Daba igual que lo vieras desde el principio o que te incorporaras a la mitad. Ya sabías lo que tocaba. Un hombre bueno y honrado con dificultades, desamparado por las autoridades policiales que, o están pringados o pasan del tema, pide ayuda y protección a la Fundación (sí, aquí podríamos cambiar "a la Fundación" por "al Equipo A", pero eso en otro post). Por supuesto, las dificultades las ponía un grupito de malvadosos dirigidos por un chulito con pasta que controlaban el pueblo: vamos, un caciquismo en toda regla.

El siguiente paso era que Devon enviaba a Michael y a su coche. Ambos llegaban al pueblo, se veían envueltos en una encerrona, el coche los ponía a todos en fuga, mezcla de su poderío y que la gente flipaba cuando hablaba, y Michael podía ir a investigar. Invariablemente, Michael era apalizado, capturado y/o secuestrado y KITT tenía que salvarle el culo... así, cada capítulo, lo cual nos hace reflecionar... Michael era tonto, ¿verdad?

El final del capítulo tampoco variaba. Los malosos, que ya están a punto de llevar a cabo con éxito sus malvadosos planes, reciben la visita de Michael y KITT, repartían un poco de estopa y eran encerrados. El coche se iba al camión y el jodío de Michael con la chica joven y guapa de la familia del hombre necesitado y honrado. Eso sí, KITT siempre tenía un momento para su chiste ingenioso.

Sin embargo, hay algunos recuerdos que nos hacen sonreír (o partirnos la caja... somos así, qué le vamos a hacer). ¿No recordáis como siempre que Michael aceleraba a tope, el cuentamillas estaba, invariablemente, en 56 mph (unos 90 km/h)? Estaba claro... ¡KITT respetaba los límites de velocidad!

De la amplia oferta de maravillosos artefactos con que contaba KITT, lo que a nosotros más nos maravillaba era una especie de superscanner que le permitía saber siempre la situación exacta de los malos malísimos, aunque estuvieran a 50 kilómetros de distancia, e incluso incorporaba imágenes (¿pero qué cámara tenía KITT?) para que Michael se hiciera una idea. Nuestra pregunta es: ¿para qué, en ese caso, se empecinaba Michael en “investigar”? Por otro lado, siempre nos llamó la atención el contraste entre el futurista equipamiento del coche y los videojuegos que podía ofrecerle a Michael para sus momentos de asueto, propios de la prehistoria de la informática. ¿No podrían haber sido un poco más futuristas en eso?

Un último detalle... Hay un capítulo en el que la parte en que Michael es apalizado, capturado y/o secuestrado, le meten en una especie de sauna a la que van aumentando la temperatura... Michael empieza a sudar terriblemente... la temperatura sube hasta los 50º... Por supuesto, le salva KITT, pero el dato llamativo es que, en ningún momento, SE QUITA LA CHAQUETA DE CUERO... Hay que joderse.

En fin... una particular relación la que nos hacían vivir Michael y KITT. Os dejamos con este video que vendría a mostrarnos la realidad.



P.D. ¡Que no! ¡Que no nos hemos olvidado del memorable momento que esperábamos capítulo tras capítulo! Los malosos siempre querían parar a KITT poniendo obstáculos en el camino, pero la que nadie sabía (ni después de 2000 capítulos) es que KITT puede con todo eso. ¿Cómo? ¡Claro que sí! Con el famoso TURBO BOOST.

P.D.2 ¡Ojo al dato! Que tenía Analizador de voz y Rayos-X. Ahí es nada.

PD.3 ¿Conclusión? Michael era prescindible y no valía para nada. El coche solo hubiera resuelto todos los problemas del mundo. ¡Viva KITT!

5 comentarios:

Inés G. de Castro dijo...

que sepais que yo lloré cuando "muere" Kit, al caer en una especie de ácido o algo asi..

...ari... dijo...

La verdad es que a mí tb me tenía alucinada esta serie, me alucinaba el peazo coche (pq para esos entonces para mí lo era) y todo lo que hacía... hasta me imaginaba como sería tener uno de estos jejejejej... en fin... q tiempos!!!!

Cecilia dijo...

Jo, cómo molaba... recuerdo un verano de vacaciones en el pueblo de mi abuela, con una tele del año catapún que hacía rayas, encogía las imágenes, de todo, pero daba lo mismo, había que ver a Kitt y había que verlo... menudas risas que nos echábamos mis primos y yo con las cosas que la tele hacía con Michael, jajajaja.... y después a jugar a la calle, con las bicis...

Dios mío!!! Qué tiempos!!! Qué felicidad....

Gracias por hacerme recordar...

Miganel dijo...

Genial! Me encantaba!!! A pesar, claro está, de los rizos de David Hasselhof...

Ja ja!

DJ RUBEN MURCIA dijo...

PARA MI ES LA MEJOR SERIE DE TELEVISION.. ME ENCANTA Y SIEMPRE SERA ASI!..

 
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