miércoles, 21 de enero de 2009

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La clase de Gimnasia

Hoy vamos a abordar uno de los temas más comprometidos en nuestra etapa infantil. Una de las clases que podían encumbrarte en la mayor de las popularidades dentro de la micro-sociedad que era el colegio o hundirte en la misería más absoluta. La única asignatura que aseguraba el sobresaliente a los más vagos de la clase y hacía retorcerse de angustía y desesperación a las mentes más brillantes, es decir, los más empollones.

Esta no era una asignatura al uso, lo primero porque se desarrollaba en un recinto distinto al habitual. Salías de la rutina de pizarra y pupitre y te internabas en el maravilloso mundo del gimnasio y en algunos casos, y si el colegio tenías las infraestructuras adecuadas, en el espeluznante mundo del patio. Los días que "tocaba" gimnasia eran días especiales. Todo el mundo aparecía con su chandal. Siempre nos decían que debía ser el oficial del colegio, por eso de sacar más pasta a los padres, pero ¿Alguién hacía caso?. Sí que había gente que lo traía, incluso algunos, iniciando lo que ahora conocemos como la moda retro, seguían trayendo el chandal de hacía tres años, con las mangas cortas y los pantalones pesqueros, pero la moda es la moda...

La clase casi siempre tenía la misma estructura. Comenzaba con una carrera continua en círculos, que utilizabas para comentar con los compañeros el último capítulo de Médico de Familia y a la vez ir cabreando por momentos al profesor, que veía desde uno de los lados como nadie de la clase corría. Posteriormente el profesor estallaba y después de unos cuantos gritos de rigor, te ordenaba tumbarte en el suelo y te machacaba a hacer abdominales. Abdominales, que, evidentemente, hacías cuando te estaba mirando el profesor. Si tenías suerte y no desviaba la mirada a tu zona podías saltartelas todas. Evidentemente, para las personas que estaban en la zona contraria no era tan agradable...

Yo, si queréis que os diga la verdad no soy una persona muy ágil... y las clases de gimnasia no se me daban muy bien. ¿Hacer el pino? ¿Eso para qué sirve? Además de para llevarte a casa un dolor de cabeza y que todas las chicas viesen tu pequeña tripita, que ya empezaba a despuntar en lo que se ha convertido ahora. Pero eso no era lo peor para mi... lo peor era saltar el potro... Te colocabas en una fila inmensa con todos los niños de la clase y uno detrás de otro iban saltando por encima de aquella máquina infernal... Cuando llegaba mi turno... Empezaba a contar ¡A la de 3!... 1, 2, y 3... y 4... y 5... En ese momento el profesor me tenía que llevar casi arrastras hacía el saltado ese que colocaban delante... Me impulsaba y... plafff.... Además del dolor de cabeza del pino me llevaba un gran dolor testicular a casa...

La clase de gimnasia terminaba y había que volver al aula... ¿duchas?... allí nadie se duchaba, así que la hora siguiente, la clase se transformaba en una sauna enorme donde todos los olores se entremezclaban entre si formando una capa que era dificil atravesar. He oído que algún profesor, al intentar entrar en clase, de la bofetada que se llevaba volvía a salir disparado por la puerta.

5 comentarios:

Roldán dijo...

Muy cierto lo del final. De hecho, puedo confirma eso de que algún profesor se dio la vuelta... aunque parte de la culpa la tuvieron tres o cuatro colgaos (entre los que yo mismo me incluyo) que se dedicaron a echar por clase otros tres o cuatro desodorantes diferentes...

...ari... dijo...

Uiiiii uiiiii uiiiiiii... yo aquí mejor no comento naaaa, pq siempreee estaba mala ese día, joer.. desde pequeñaaa he sido de lo mas vagooooo para el deporte... sólo me ha gustado cuando jugaba a futbol sala y pq era portera y no se corría tanto jejejeje... en fins... un día hasta dije que me había caido y q me dolía la pierna mucho, me mandaron al hospital (con una amiga q se escaqueaba tb como yo) yyyyy ME ENYESARONNNN LA PIERNAAA DE ARRIBA A BAJOOOO, juasss juasss juasss.. un mes sin ir al cole... y lo fuerte es que era mentira... BIEN POR EL HOSPITAL, NO? jejejjeje... ala, pos otra batallita de lo buena q era de jovencita... menos mal q con los años me he arreglao un poco jejejejjee

Anónimo dijo...

Yo era la excepción a la regla de que a los empollones se les daba mal la gimnasia, de hecho creo que era un poco masoca porque siempre me ha encantado hacer los tan temidos abdominales, es más, un año tuve el récord de abdominales en un minuto del todo mi curso; y, por si esto os parece poco masoca, mi otra prueba favorita era la de correr 1km en el menor tiempo posible, lástima que cuando estaba en 2º de ESO la cambiaron por aguantar 20 minutos corriendo sin parar, bueno la lástima no fue esa, ya digo que era muy masoca, la lástima es que empecé a tener problemas de hombro y me costaba mucho respirar con el dolor

Anónimo dijo...

ese chandaaaaaaaaaaal , granate , con las dos rayas blancas a los laditos , lo ms de lo ms ...heredado de la hermana mayor y pasado despues a la hermana pequeña....a mi tampoco me gustaba la clase de gimnnasia , y menos en el patio del cole , con dos mseras colchonetas , que si saltabas mal el potro , te metias un ostion en el pavimento que pa ké ...

Unknown dijo...

Eso que se pone delante del potro es un trampolín. ¬¬'

No haré más comentarios... xDDD

 
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